Nota 05

EL DESCASO ELECTORAL

Quien precisa un gerente publica un aviso requiriendo currículum, títulos, domicilio y foja impoluta, imperiosos para seleccionar a algunos y citarlos con la idea de auscultar su capacidad, plantearles sus demandas, oír sus expectativas ante el desafío, y nombrar después al que pinte mejor de los que pasaron tal filtro, ¡algo en las antípodas de la riña de gallos propia de nuestro “no discriminar”, con miles que ávidos del Poder no ahorran bajezas, estocadas ni las edulcoradas cuan peregrinas promesas, en un desvarío que nos fuerza a optar entre los “de profesión” políticos, aventureros o apenas audaces o inescrupulosos que al triunfar se lanzan a festejar lo que para muchos en vez de un cargo para servir es un real gordo de Navidad, y ya por cuenta del erario of course, ésa su peculiar “democracia” que de republicana poco y nada, y que les permite priorizar su reelección indefinida y hasta monárquica, ¡contra la gestión y la alternancia tan esenciales!

La supremacía de ineptos ahonda la brecha entre la producción y el consumismo de tantos más afectos al facilismo que al empeño y la mesura, pero que por igual exigen lo mismo que pueblos cabales, sin lacras, ordenados, esclavos del deber y la Ley y amantes del estudio para sumar a su favor la ciencia y la tecnología, que aumentan sus bienes y mejoran sus vidas.

Bastaría, como los privados pedir títulos, experiencia y foja limpia, e invitar a los que aprueben a revisar las premisas del cargo, sus ideas y propuestas, y sus atributos y sus límites, para con sabia cautela y un fusible en cada “objeto de tentación” poder abortar ipso facto desfalcos o desvíos, ¡y sin más destituir al funcionario infiel!

La nueva y barata selección evitaría promesas incumplibles, golpes bajos, concesiones corruptas e impunidad, entre abusos contra derecho, que sin el dilema del huevo o la gallina son esencia del populismo que con el Poder, dilapida en pan y circo, ¡pero culpa a otros de la miseria derivada!

Ni la educación zafó del revisionista de cuestionar lo racional honesto y tolerar la mentira, laborar a desgano, faltar porque sí, y hasta meses gracias a la “hermandad” que los cubre; incumplir pactos y citas, ¡y todo refrendado por ese show anestésico y servil a los que desguazan el Estado y nos dejaron pasar casi todos los “trenes”!

Con el timón a cargo de los que genéticamente insisten en lo peor no iremos a puertos de valer, y si uno cuyos quilates son una opción de valer y salva las minas a su paso, la cofradía de cacatúas con aire “en nombre de todos” le espesa el paso, lo condiciona, lo cuestiona, lo difama y les da alas a los rufianes a sueldo, para escracharlo, apedrearlo, zaherirlo, impedirle disertar o salir a la calle ¡y hasta amenazar a su familia!

En pro de la limpieza comicial, bastaría un grupo de incuestionables abocado a hallar el ideal que, con la tarjeta única electrónica, nos asegure la real voluntad del ciudadano cuando ya el orbe confía en la cibernética y hasta se vota desde la PC. Pero cualquiera elijan, los reyes del clientelismo, la regalera y el robo de boletas para retener el Poder, van a destrozarlo, a buscarle esas sus tan abusadas fisuras y algunos tan hipócritas que bastaría adoptar el más cuestionado, ¡que por su baja estofa sería el más fiel!

Lo irónico es que mucho perdería relevancia con la nueva selección de candidatos, cuyas premisas serían un virtual veto a los impresentables y descarados que, luego de robarse media Patagonia, tienen el tupé de aspirar a los más altos cargos del Poder, porque la cofradía de la casta lo permite y los medios propalan su candidatura sin el mínimo reparo ni indignación. Eliminados esos hiatos, el fraude no cabría entre los selectos criteriosos y serios, ni la propaganda oficialista del erario ni el clientelismo. Además, el Colegio Electoral sería apolítico y auditado según leyes y recaudos severos para impedir que el Congreso delegue sus poderes, no apruebe lo que sea en función del toma y daca, con penas, inhibiciones e inclusive el recambio legal y harto merecido.

Ese sistema tornaría vanos la propaganda oficial, el fraude al Tesoro y el juego sucio a esa democracia de la que demasiados sacan tajada, o se la venden a los facinerosos. Tampoco ya cabría el calote “para la corona”, ¡esa tan manipulada justificación a su descarado e incalculable enriquecimiento personal!

El turbio desarmar electrónicos en tránsito y rearmarlos en Tierra del Fuego para escenificar “nuestra gran capacidad tecnológica”, no lo cometería ni un hortelano, que antes de esa imbecilidad activaría zonas y servicios, y supliría carencias que brindarían empleos y con grandes réditos por miles de vericuetos y más aún en la calidad de vida, que les sobra a los inflados por asesores de imagen, cuya agenda se agota al prometer desvariados trenes bala, imposibles gasoductos ¡y condenarnos a trajinar un lodazal!

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Julio 20, 2017 10:22 848

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