Nota 19

FRAUDE PARA TODOS

El voto padeció desde aquel tan convincente del patrón con el “bufoso” al cinto, los fraudes más insólitos y hasta a la vista y paciencia de todos, porque nadie de la casta se jugó por esa Democracia que, quien más quien menos, intentan madrugar.

La burda auto propaganda es parte del fraude, y una exacción al erario, como el vale todo proselitista y prometerle o mentirle a gentes con escaso civismo y menos razón crítica, y todo agravado por falta de un candidato a quien confíarle una alcancía.

Más que el fraude que malversa la carísima parodia comicial indigna la pasividad de tantos que ante reales escándalos, los llama “casos aislados o picardías que en nada afectan la gran ventaja de CFK”, patética doña que con esa oposición pronto hubiera degradado Ezeiza, para nominar ella un nuevo y futurista airport similar al JFK.

Nada cambiará si persisten las falsas acusaciones, paros sorpresa, cortes de calles y rutas, ¡y hasta convulsiones de confesos golpistas!, de los que no soportan el llano ni la idea de ganarse la vida lejos de un Estado bastardeado, todo el tiempo y a la vista de una sociedad sin voceros, paciente o tomada por el doping de una media sin más miras que su rating, y no representada por una Legislatura con mayoría de políticos ideologizados o poco fiables, y con jueces venales, cooptados cash o al uso mafioso.

Denunciar fraude daba en el vacío. El populismo acallaba testigos, borraba las cifras de la web, confiscaba planillas y telegramas, o clausuraba el conteo en tanto su blitz desmentía todo o lo llamaba “naderías infladas por la derecha, contra otro rotundo triunfo del mejor gobierno desde 1810”, algo luego ratificado por la dudosa Cámara Electoral, entre bravatas y risas a los chascarrillos, pullas y mohínos de CFK para su corte bufona, como hacía dos veces a la semana, ¡y hasta por la cadena oficial!

Nos someten a un estado preelectoral insomne con su decir sentencioso y su burda propaganda, caja extra para el clan, y pagada por los pobres como las obras que sin rubor se adjudican y aunque muchas quedan en eso, más atentos a su regalismo y a sus votos pagos, ¡y todo menguando la Educación, la Salud y una Seguridad acosada por los cacos, y más por ese abolicionismo degenerado, cuyos nefastos efectos tapan con su orgiástico marketing y un fútbol carísimo, pero “vendido” como por gratuito.

El fraude empieza ya con la selección de candidatos, carísima y absurda “gallera” de la que sobreviven los más audaces e inescrupulosos, algo que se torna fatal para los que tienen sobrados títulos y pergaminos, pero negados a la verborragia facilista.

Los comicios en manos del Poder no pasan de aquel “flete del comisario” que por si no bastaba la sombra del calabozo largaba tres cuerpos adelante. Arma a su favor el cronograma, pone trabas y pautas al resto, retacea o tramoya las boletas, ¡que luego manda hurtar o cambiar por otras parecidas, pero anulables por inválidas!

El vigilante puede echar a los beodos; ¡no ver al que hurta boletas o aprieta a alguno de la mesa! Si hay un solo fiscal y afín al presidente podrán al final “hacer” votar a varios faltantes, poner sus sobres en la urna, y ya en el conteo anular con birome o rasgar otros opuestos, que al pasar por “blancos” y con el balo tagge amañado del 40% permiten un triunfo fraudulento gracias a colegios con el 100% de urnas para el Poder, que hasta clausura el recuento, se declara ganadores y desoye los reclamos airados, pero tapados por el estruendo del show o del Bailando, ciegos a la burla, y a los extranjeros con flamantes DNI, green cards del subdesarrollo a cambio del voto.

Los pocos y amilanados fiscales de la oposición por los aun superpuestos oficialistas más los que iban con la excusa de “asesorar” a inducir a los dudosos, más el masivo acarreo de votantes con “guía” y mentor, ¡como en cualquier tour que se precie!

Del mentado 54%, “aplastante” para CFK, 15% fueron “picardías” como dañar votos de opositores, los de urnas “unánimes” o los de las que vienen “preñadas” de votos para el Poder, más las del clientelismo, de los votos “cadena”, de los pagos cash o de las boletas falsas que acaban anuladas, y por si todo eso fallara aparar el recuento, e insultar a los que denuncian matufias, abusos, o robo de boletas pos sus mochileros.

Con más civismo impediríamos la abusiva e ilegal utilización de medios del Estado y hasta los del Ejecutivo, como someternos a encumbrados terroristas o a esa progre que con cultivado marxismo domina la media y ese arte “siempre al servicio”.

Tras hurtar los aportes de los abuelos a las AFJP para su propaganda, se adjudican aumentos que mal cubren la inflación. ¿Cómo pudieron y pueden votarlos los tantos saqueados en sus magros haberes, o los que sufren esos diarios cortes que fuerza su autismo generador de caos, violencia y pérdidas? ¿Por qué aceptar su lenidad para con las mafias, y su abolicionismo mortífero para tantas inocentes víctimas?

Ganando adeptos con fútbol y “circo”, reclutaron miles de “matasietes” o serviles, y de medios ad hoc o ávidos de su inagotable “tanda”, con lo que ganando por menos del 10% podrán gobernar, pero nunca legitimarse. Populistas que ganaron a fuerza de fraude y bajezas, se jactaron de su turbio 54%, por falta de opositores legalistas y debidos al ciudadano que luego de consensuar pautas ceñidas a la República y a la alternancia, forzara el fair play y la transparencia, penara sin más la corrupción, y burlar la Ley Suprema, y exigiera comicios auditados tras una sabia “selección” de candidatos, ¡y recordarnos que muchas desdichas nos las causamos nosotros con nuestras erradas elecciones o inconductas!

Cuando ya aceptábamos el fraude como algún fatalismo, el gobierno de una CABA proclive al cambio, y para bien, impuso la tarjeta única electrónica. Veloz, barata e inmune a casi toda trampa, la cofradía saltó al ruedo a destriparla con toda la perversidad de sus entrañas, ¡lo que no hace más que demos trar su tan importante efectividad!

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Junio 21, 2017 11:20 1060

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